Para empezar, y si en vez de ridiculizarla con un cruel disfraz le regalamos un bonito conjunto, a todos nos gusta estar divinas ese día igual que el día de la boda, es nuestro momento.  Y si le añadimos un buen maquillaje. Hoy en día podemos encontrar cursos para grupos en el que todas aprenderemos como maquillarnos y sacar el máximo partido de nosotras y lo mejor de todo, en compañía. ¡Un Make up Party!

Ya preparadas para la fiesta, podemos irnos de cena a un sitio moderno y de buena comida, algo diferente como un japonés o un thai, muy de moda.

Y después llega la  hora de irse a tomar unas copas. Si no quereis agobios la mejor opción es pedir un reservado.

Y si la novia es más bien casera, deberíamos pensar en un plan diferente, de día o fin de semana. Podemos llevarla a un hotel de lujo, con masajes, spa…  Hay muchisimos hoteles en los que puedes encontrar este tipo de servicios.

Y a la novia sibarita podemos sorprenderla con un plan de catas en una bodega de La Rioja o alojándonos todas en un coqueto hotel rural.